La rabia y los murcielagos

 

En abril del 2008 se determinó que un gato de la ciudad de Buenos Aries, en el barrio de Caballito, había muerto de rabia y que el virus era la variedad antigénica Nº4. Esta cepa es la que produce la enfermedad en los murciélagos insectívoros. No está claro si este gato había sido vacunado contra la rabia y se lo había observado jugando con un murciélago unos 15 días antes de presentar signos clínicos.

En la Semana Santa del año 2002, en un puesto de una estancia ubicada en el partido de Pipinas, provincia de Buenos Aires, un gato desarrolló una conducta agresiva contra sus propietarios, lesionando a algunos de ellos, lo que motivó el sacrificio del animal. Luego de varios exámenes del cerebro de animal, se llegó a la conclusión que el animal había padecido rabia, y que también había sido infectado con la cepa llamada Variante Antigénica 4.

Se supone que el gato (que no estaba vacunado contra la Rabia) adquirió la enfermedad en un galpón del campo donde anidaba una colonia de murciélagos y al cual solía ir a cazar estos animalitos.

Esta relación entre murciélagos, mascotas y rabia, es para tener en cuenta permanentemente y sobre todo a la hora de vacunar a nuestras mascotas contra la Rabia. A continuación daré una información resumida sobre el tema de los murciélagos que habitan nuestra ciudad.

Murciélagos - Taradida brasiliensis

Los murciélagos son mamíferos de sangre caliente, con la cualidad de volar gracias a una membrana que une los dedos de sus manos y a su vez los miembros anteriores con los posteriores también ambos miembros posteriores se unen entre sí dejando o no sobresalir la cola, lo cual se utiliza para identificar algunas especies. Tienen una longevidad de 10 a 15 años y pueden tener una cría por año. Viven en grandes colonias solo limitadas por el espacio, en la ciudad se refugian en los taparrollos de las ventanas, altillos, cúpulas de edificios e iglesias, techos de tejas, casas abandonadas, árboles huecos, etc. en general lugares altos y de difícil acceso para los humanos.

Pueden volar a gran velocidad hasta 50 km. por hora en trayectos cortos y como son de hábitos nocturnos se orientan en la oscuridad por un sistema de emisión de ondas ultrasónicas que al chocar contra los objetos vuelven en forma de eco y es captado por sus grandes orejas dándole la información para encontrar sus presas o para no chocar contra otros objetos. Nunca están en el piso en condiciones naturales pues la conformación de sus patas no se lo permite.

En el mundo se han registrado más de 1300 especies de murciélagos y en la Argentina hay alrededor de 46 especies. Los murciélagos que habitan la ciudad de Buenos Aires son insectívoros (comen insectos pequeños, blandos y voladores) el más común se llama Taradida brasiliensis, y tiene una porción de cola libre por fuera de la membrana que une los miembros posteriores. (Fig. Nº 1) por eso también se los llama murciélago cola de ratón.

 

Fig.Nº 1: T. Brasiliensis,
muerciélago insectívoro
  

Se calcula que una colonia de 100.000 ejemplares consume en un año de 180 a 360 toneladas de insectos. Como se ve es un aporte muy importante para mantener el equilibrio ecológico.

La rabia en los murciélagos

Lamentablemente dentro de las colonias de estos murciélagos podemos encontrar el virus rábico en forma enzootica o sea en forma permanente, porque se va pasando de individuo a individuo en forma horizontal y también en forma vertical (de madre a hijo). Según el último informe del Centro Panamericano de Zoonosis en la Provincia de Buenos Aires se diagnosticaron 12 casos de murciélagos insectívoros con Rabia entre 1986 y 1993. En la ciudad de Buenos Aires según datos del Instituto L. Pasteur se hallaron 40 casos con rabia en los últimos 15 años. Es de hacer notar que estos hallazgos son totalmente casuales, porque no hay una búsqueda organizada, si así lo hicieran seguramente se encontrarían muchos más.

Los murciélagos con Rabia, presentan desorientación, choques involuntarios contra objetos durante el vuelo, incoordinación motora, parálisis y al final, pierden la capacidad de volar, aparecen de día y caen al piso pudiéndose encontrar en un patio, terraza, balcón o en la calle (Fig. Nº 2). Todas estas actitudes son totalmente anormales en un murciélago, recuerdo un profesor de la facultad que nos decía "si ven un murciélago volando de día, tengan cuidado, porque está loco, y eso puede significar que tenga Rabia".

Cuando el murciélago cae al piso, puede morder como acto de defensa si una persona o animal lo intenta tocar, en pocos casos se ha registrado una forma furiosa donde el murciélago ataca deliberadamente. El animal con Rabia puede morir en 15 a 30 días, pero también se ha observado que puede sobrevivir a la infección por la formación de anticuerpos neutralizantes.

Fig. Nº 2: Todo murciélago 
que se encuentre en el piso
es sospechoso de Rabia.

La época más propicia para la presentación de estos casos es primavera y verano, donde hay gran actividad por la búsqueda de alimento y los nacimientos de nuevos ejemplares. Entre los murciélagos el contagio se puede producir por mordeduras, por vía aerógena, lactea, uterina, y urinaria. Se considera que las colonias están infectadas entre el 1 y el 10 % de los ejemplares.

Una forma de evitar que aniden los murciélagos o si ya están presentes en los taparrollos o en otras zonas de los edificios, es poner bolitas de naftalina que actúan ahuyentándolos, también se puede evitar que entren al taparrollo poniendo un protector o burlete en su parte externa.

Transmisión al hombre y a las mascotas domésticas

Si bien el murciélago vive en un nicho ecológico distinto al del humano y de las mascotas domésticas, el hecho de compartir una región geográfica determinada lo transforma en RESERVORIO DEL VIRUS para las otras especies, principalmente para los carnívoros domésticos y de estos el gato sería el animal más expuesto ya que los puede capturar en el suelo y en los refugios en las alturas. En 1987 en Canadá se comunicó que entre 1976 y 1986 se habían diagnosticado 557 murciélagos insectívoros con Rabia y documentado 8 casos de animales terrestres con Rabia transmitida por los quirópteros.

Según el Centro Panamericano de Zoonosis, se conocen en el mundo 29 casos de Rabia en Humanos originados por murciélagos no hematógafos (los hematófagos o vampiros, se alimentan de sangre y viven en el norte de nuestro país) entre los años 1951 y 1994.

El comité de Expertos de la OMS sobre Rabia (1984), considera que los murciélagos pueden transmitir la Rabia a especies salvajes por ingestión, mordedura o aerosoles (forma de orinar del murciélago cuando está prendido en el techo de las cuevas). En relación con el humano la OMS aconseja hacer el tratamiento antirrábico a las personas mordidas por estos animalitos.

Si bien es cierto que estos quirópteros tienen una importante función en el equilibrio ecológico de las zonas que habitan, (sino estuvieran, la cantidad de insectos presentes habría que multiplicarla por 100 o quizás por 1000), hay que tener también en cuenta el peligro que significa entrar en contacto con estos animales. Es de fundamental importancia (está en juego la vida de personas), que se difundan estos conocimientos, para que la población tome conciencia y tenga la debida precaución (como veremos más adelante) si se encuentra con un murciélago en su casa; lo cual es bastante probable, ya que la población de éstos, es comparable a la de roedores en toda ciudad densamente poblada como lo es Buenos Aires. A consecuencia de esto reafirmamos una vez más que se debe continuar vacunando contra la rabia a nuestros perros y gatos domésticos anualmente y por toda la vida de los mismos.

Fig. Nº 3: Para atrapar un murciélago
en el piso se debe utilizar
el método del balde.

Prevención del contagio por murciélagos

Por último se recomienda no tocar ningún murciélago caído (ni con guantes) o que se vea volando con dificultad y especialmente si es de día. En caso de encontrarlo dentro de la casa se debe obrar de la siguiente manera:

1- Capturar el animal sin tocarlo. Utilizando el método del balde, se coloca un balde (Fig.Nº 3), olla o caja grande dada vuelta sobre el animalito y se cierra la boca con cualquier tapa y luego se envía (o se llama para que lo vallan a recoger) al Instituto L. Pasteur (tel.: 4982-6666) o cualquier centro antirrábico zonal.

2- Si se produjo una mordedura a una persona, se debe lavar copiosamente la herida con agua y jabón lo antes posible.

3- Concurrir al Centro Antirrábico correspondiente, para la ciudad de Buenos Aires es el Hospital Durand en Parque Centenario Av. Díaz Velez 5044 (en la misma zona está el Instituto L. Pasteur).


Agradecemos la colaboracion para la publicacion de esta nota a:
M.V. Rubén M. Gatti - Presidente de la Asociación Argentina de Medicina Felina.

 



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